Tengo este blog para hablar de educación, de cosas que me preocupan, que hago, que me inquietan, que veo que otros hacen y me gustan... Normalmente estoy intentando seguir esta línea: utilizar el blog como sitio para favorecer la reflexión propia y, si a alguien le sirve, la ajena. Pero hoy no puedo. Estoy obsesionada con el mundo: me obsesiona la realidad de Libia, donde todos dábamos por segura la caída del hombre de plástico: Gadafi y, ahora, él está ganando la partida barriendo, a sangre y fuego, cualquier tipo de disidencia; me preocupa que les olvidemos y dejemos que aquello se convierta en ¿....? Y me preocupa, cómo no, Japón y todo lo que está pasando allí: terremoto, tsunami, centrales nucleares, ahora (parece ser) un volcán... Mi padre, en estos casos, siempre dice lo mismo: "sólo falta que también les den por el culo".
Pues que no les den. Que ya está bien... (¿seguro que aprieta pero no ahoga?)
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