martes, 31 de mayo de 2011

Trabajo, Twitter, Cariños...

Tengo trillones de cartas más por escanear y colgar aquí para que veáis el grandísimo trabajo que los mejores profxs y amigos de Twitter han enviado, pero últimamente parezco un telediario: la realidad aprieta y vivo inmersa en mil acciones diferentes relacionadas con el mundo que cambia: asambleas diarias del movimiento #15M, las obras del piso (el piso que, por fin y literalmente, parece que va tomando color gracias a la pintura) y unos días que no paran por mucho que nos empeñemos.
Seguimos en la lucha, en la que nos dice que "Más corazón y menos cabeza" en la escuela, como he leído estos días por aquí (si encuentro el post cuelgo el enlace) y en la que los abrazos, los besos y los #crisdialpecariñitos son el pan nuestro de cada día.
Gracias por no dejar de enseñarme un camino distinto.

lunes, 16 de mayo de 2011

Cartas de Primi the Bee

Posted by PicasaVoy a colgar las cartas de Primi que me vayan llegando (para eso necesito, por favor, que me digáis que me dejáis hacerlo, claro está). Para ir abriendo boca os dejo la más sosa de todas: la mía desde Dublín.




Os dejo, también, la que nos ha llegado, hoy mismo (16 de marzo) desde Nebraska!


Esta es la carta (larguíiiiiisima) que nos llegó de Sevilla de mano de @pily contándonos toda la Semana Santa, día a día (junto con un par de postales)














lunes, 9 de mayo de 2011

Satisfacciones (GRACIAS)

SQue Primi the Bee y sus aventuras me iban a dar satisfacciones (muchas, muchísimas) era algo que no puse en duda en ni uno sólo de los minutos que han transcurrido desde que lancé la idea en el blog y luego en twitter, pero que iba a ver una respuesta tan grande, tan interesante, tan meditada, tan trabajada, tan bonita, la verdad, no llegué a imaginar nunca.

Llegando a recogerlas, buscando la sorpresa
Viendo las plantas por primera vez
Lo cierto es que Correos me tiene algo despistada: llevo un retraso de dos cartas (de un pueblo de Sevilla y de Gran Canaria), pero la carta que me llegó desde Sevilla (larguísima, con muchísimas fotos, con postales, con todo explicado al detalle, con frases referentes a cada uno de los peques...) ya me hacía presagiar lo mejor: esta experiencia iba a ser muuuuuuy enriquecedora para todxs, especialmente para mis chicxs.

Y hoy... hoy han llegado ¡plantas con flores! para que mis abejitas trabajadoras hagan miel y endulcen la clase. Imaginad nuestra cara (la de ellxs, la de los profes y profas y la mía) al ver SEIS plantas (una para cada dos y una para mí) esperándonos con una nota manuscrita de Primi the Bee.

Nunca, creedme, podré agradeceros lo suficiente lo que estáis haciendo. Vuestras postales, vuestras cartas, vuestros "retos" y todo vuestro trabajo (sé lo que supone, ahora, a final de curso, pediros cosas) son, de verdad, valoradísimos tanto por mí como por mi colegio y, por supuesto (y lo más importante) por mis diez abejitas, cuyas caras, creedme, son un poema.



Sé que sabéis que hay 10 niñxs y que me falta una pareja (las veis abajo, cada una con su planta) pero estaban malitxs... (¡lo que se han perdido!)


domingo, 8 de mayo de 2011

Nuestro propio movimiento

Cuando dicen que la culpa es de l@s maestr@s siempre pienso en la parte de verdad que hay detrás.
L@s alumn@s son los que son, las familias son las que tenemos y nosotr@s somos los que podemos cambiar. ¿Por qué no lo hacemos?
No soy yo la más adecuada para hablar, cuando resulta que en mi casa me llevan recriminando lo mismo durante décadas, pero sí pienso que cada un@ tiene la fuerza que le lleva a hacer las cosas distintas (aunque yo no lo haga: ya sabemos: haz lo que yo diga, no lo que yo haga), que nosotr@s, cada uno, tenemos dentro ese #movimientoE3 que ayer juntó a un gran número de profes que, cada día, luchan porque se oiga menos la frase con la que comienza el post.

Es nuestra fuerza, es nuestro poder. Nosotr@s tenemos en nuestras manos el empezar el cambio, el cambiar, el @ctuamos. Nosotr@s queremos seguir caminando, dar un pasito más, colaborar, luchar. Sabemos que lo podemos lograr. Somos un puñadito que queremos ir contagiando a nuestros claustros, a la gente que tenemos alrededor.

Podemos, queremos. ¿Qué nos falta?