jueves, 7 de julio de 2011

Fuera de esto

Me siento, en ocasiones, un poco fuera de la vanguardia de la educación, esa que se mueve en twitter. Estoy segura de que ahí se está fraguando la auténtica revolución: hay gente (no quiero decir nombres que fijo que me dejo a muchos) auténticos "guruses y gurusas" que reinventan a cada paso lo que tiene que ser la escuela.  Y yo me siento pequeñita, me veo comparándome con su grandeza, con sus ideas tan claras, con cómo innovan desde el mismo momento en el que levantan el pie para echar a andar, que me siento "en bragas" ante esa realidad. Y eso me parece importante: me parece que me pone en el camino de ser mejor, de esforzarme más, de reflexionar más y más sobre mi propia práctica docente y sobre cómo podemos hacer que esto cambie y avance. Y me hace cuestionarme muchas cosas, replantearme lo aceptado como "dogma de fe": ahora se habla de las repeticiones, de si dejan atrás a alumno o de si valen para algo. Pues ... ahí es donde me siento fuera de esa vanguardia: pienso que repetir, si se toma con razones y argumentos, puede ser bueno para el niñ@. Puede suponer un empujón para él, una oportunidad de revisar todo lo que tenía que haber adquirido durante años anteriores.
Quizá el problema sea encontrar las razones por las que el chiquill@ se quedó descolgad@. Ahí sí tendríamos que reflexionar sobre cómo podemos hacer, realmente, que nuestra escuela sea realmente inclusiva, cómo podemos conseguir que nuestr@s niñ@s no se descuelguen, que les siga interesando aprender. Lo que tenemos que cambiar es nuestra forma de enseñar y nuestra forma de aprender. Si otro mundo es posible... TAMBIÉN ES POSIBLE OTRA EDUCACIÓN.

viernes, 1 de julio de 2011

¿Qué he aprendido?

Este año es uno de los que más he aprendido. Trabajar con peques de 1º de EPO exige estar todo el tiempo muy despierta, muy "al loro" de todas las necesidades que van surgiendo. Y no siempre lo he conseguido (el otro día me sorprendió que una madre me dijera que su hija, al principio, no se sentía querida por mí) lo cual me apunto como algo a mejorar: no puedes relajarte cuando trabajas con personas: sus necesidades son siempre lo primero y que se sientan seguros y queridos es algo fundamental para mí.

Así que he aprendido que tengo que estar más atenta. No está mal. Pero también he aprendido más cosas: la colaboración, el buen rollo, el echar una mano es fundamental. Y lo es no sólo en el cole, sino en twitter, en el "claustro del mundo": si todo educa, si tod@s educamos, si queremos que esto salga adelante, tenemos que abrir los ojos, abrir las manos, abrir el corazón y... estar al servicio. La colaboración es el punto clave de este cuento. La educación exige colaborar: familias, profesorado, instituciones (lo ideal sería siempre, pero...) y el mundo, la realidad, lo que tenemos alrededor, quienes tenemos alrededor.

Son las grandes lecciones de este año. Compartir, aprender, estar atenta, no rendirme...

¿Qué habéis aprendido vosotr@s?