El miércoles vamos a visitar la oficina de turismo. Habiendo oficina de turismo en el pueblo... ¿voy yo a saber explicarlo mejor que alguien que se dedica a ello? (quien nos lo va a explicar es arqueóloga, va a ser un lujo, fijo)
Y no quiero tratar esos temas cerrados, vacíos de contenido para unos niños de siete años. No podemos olvidar que hay muchos otros recursos y que la vida está, sobre todo, fuera de nuestras aulas. Es verdad que soy afortunada por trabajar en un pueblo, por tener sólo diez peques en mi clase y por encontrar colaboración cuando la pido. Pero no podemos olvidar que no tenemos excusas en un mundo interconectado, que la vida puede entrar y salir de nuestras aulas por diferentes canales aunque tengamos 25.
Por eso, abramos puertas y ventanas, dejemos que entre el aire fresco y el olor de las flores. La vida, profes, está en la calle.
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