#redesedu12 y #kddburgos

El pasado sábado tuvo lugar mi primera exposición más o menos seria.
La primera fue en el CPEIP Miguel Delibes y me invitó mi ya amigo Pepe (@pepetic) él quería que fuese a su colegio a contar a los profes las bondades de tener un blog (así, en general) y allá que me fui yo con mis nervios y mi botella de agua a contarles qué cantidad de cosas pueden hacerse invirtiendo un poco de tiempo y muchas ganas.
Pero lo del sábado fue diferente: más serio. Llegamos el viernes (tarde, justo para escuchar el final de la presentación del CITA y empezar la cata). Allí conocí gente maravillosa y me encontré con gente a la que ya conocía pero a la que nunca había podido abrazar, gente de la que en el ratito que pudimos compartir, aprendí muchísimo simplemente con su actitud ante la vida y la educación. Respecto a mi mini-charla decir que hay dos formas de verla: la personal e intransferible (mi sensación fue que estaba tranquila, disfruté...) y la que tuvieron los demás (y la mía cuando veo el vídeo: hablo rapidísimo, gesticulo un montón...) No quiero desaprovechar la oportunidad de agradecer a Angélica (@angesusu) por pensar en mí para ir a #redesedu12, espero no haberla avergonzado demasiado... ;)

La #kddburgos nos pilló "de rebote". No pensábamos ir, de hecho habíamos quedado con la organización en que nos quedábamos en Logroño hasta el domingo, pero las condiciones de la residencia donde nos metieron nos obligaron a coger "carretera y manta". Tanto es así que decidimos fugarnos antes de comer para que nos diese tiempo a llegar a Burgos a comer con los tuiteros. Así lo hicimos. Dejamos las cosas en casa de los amigos y... ¡a ver a otros amigos! He de reconocer que ni Javi ni yo teníamos cuerpo de fiesta, pero el esfuerzo valía la pena: ver a gente a la que puse cara en Salamanca y conocer personas nuevas a las que tenía ganas de desvirtualizar. Les encontré al lado del MEH, todos emocionados por la magnífica visita que Inés les había preparado y cargando un poco las pilas (que no falte la morcilla!). Allí me llené de abrazos y besos. Después, en la comida, fue el momento de las risas (Juancar... no te la perdono) y, tras las risas (y que se llevaran mi tarta), Javi y yo nos retiramos a echar un siestón (había que recuperar). Tras eso, con pocas ganas, fui a cenar y... ¡¡sorpresa!! Silvia y Santi habían decidido unirse. Yo cené, me reí, charlé y... me fui. Sí, lo sé, soy una gallina. Pero tantas emociones y tanta gente grande agotan a esta chica tan pequeña.

Gracias por este fin de semana. A tod@s :)