miércoles, 28 de marzo de 2012

Cosas pendientes

Hace mucho que no escribo: La clase de las abejas me lleva mucho tiempo y también me da una cantidad de satisfacciones impresionantes, así que ahí estoy, dejándome la piel por hacer del blog y de la experiencia con los peques un lugar donde aprender más y mejor.

Cada vez estoy más implicada en el cambio metodológico en mi aula; quiero hacer las cosas de forma diferente (creo que mejor) y eso pasa por el trabajo en equipo (aunque me vuelvan loca), por el trabajo lectoescritor a través de la PDI, por las clases de CM "inventadas" (¿libro?) mientras tengo a mis abejitas sentadas por el suelo solucionando sus dudas entre ellos.

¿Soy mejor maestra por usar la PDI? No. Seguro que no. Ojalá yo supiese dar clase como me la dio a mi Don Jesús, o Petra Fe, pero no sé y procuro mejorar cada día utilizando una herramienta que acaban, como quien dice, de instalar en mi aula. ¿Cómo? Estableciendo dos áreas diferenciadas: la de "trabajo" con mesas y sillas y todo el espacio restante del aula (PDI incluida) que sirve para... aprender. Y cuando acaben 2º esas abejitas "criadas con mi miel" trabajaran de forma diferente a los demás alumn@s del centro. Y eso me da miedo. El próximo año, quien les dé clase, se va a encontrar con un@s chavales de 8 años acostumbrados a levantarse por el aula, leer en parejas, salir de clase a hacer cosas en el pasillo, tirarse al suelo para hacer cosas... Y, me temo, tendré que escuchar cosas que no me van a gustar, aunque no es lo que más me preocupa, y es que me da miedo que ell@s tengan que oír cosas que no son ciertas. Yo puedo justificar mi trabajo, pero ell@s son sujetos pacientes (y dolientes en algunos casos) de cada maestrill@ que tiene sus librillos.

Si la coordinación existiera... (aunque, sinceramente, coordinarme para seguir enseñando como hace 50 años creo que no me convence)

--- Como he leído por twitter: aprenden a pesar de nosotr@s ---

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